Lula y Boric desafían la tormenta comercial de EE.UU. y China con una alianza estratégica en Brasil

El presidente chileno Gabriel Boric aterrizó en Brasilia para una visita de Estado que promete fortalecer los lazos con Luiz Inácio Lula da Silva, en un encuentro cargado de simbolismo y pragmatismo ante la guerra arancelaria global.

Latam22 de abril de 2025The Times en EspañolThe Times en Español
Presidente Boric

Brasilia, Brasil - Brasilia, la capital del gigante sudamericano, se vistió de gala este martes 22 de abril de 2025 para recibir al presidente chileno, Gabriel Boric, en el marco de una visita de Estado que lo reúne con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. El encuentro, que se extenderá hasta el jueves, no es solo una muestra de la buena sintonía entre dos líderes de la izquierda latinoamericana, sino también una apuesta estratégica para enfrentar un escenario internacional convulsionado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En el Palacio Presidencial de Planalto, Lula dio la bienvenida a Boric con todos los honores, marcando el inicio de una jornada que combina reuniones bilaterales, declaraciones conjuntas y un foro empresarial de alto nivel.


La llegada de Boric a Brasilia ocurre en un momento crítico. La escalada de tensiones comerciales entre las dos mayores potencias económicas del mundo ha generado ondas expansivas que afectan a América Latina, una región históricamente vulnerable a los vaivenes globales. Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha intensificado su política de aranceles, mientras China responde con medidas que buscan proteger su influencia en mercados emergentes. En este contexto, Lula y Boric, representantes de una nueva generación de líderes progresistas, parecen decididos a posicionar a sus países como actores relevantes en un tablero internacional cada vez más polarizado.


El recibimiento en Planalto fue protocolar pero cálido. Ambos mandatarios, acompañados de sus respectivas delegaciones, iniciaron la jornada con una reunión privada en la que abordaron temas de cooperación bilateral y regional. Según fuentes cercanas al gobierno chileno, la agenda incluye desde el fortalecimiento del comercio hasta la coordinación política frente a desafíos como el avance de la extrema derecha en América Latina y los efectos de la guerra comercial. Alrededor de las 11:00 de la mañana, hora de Chile central (13:00 en Brasilia), está programada una declaración conjunta que podría arrojar luz sobre los acuerdos alcanzados y las posturas de ambos líderes frente a la crisis global.


Uno de los puntos centrales de esta visita es el foro empresarial organizado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) de Chile y su contraparte brasileña, la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Este evento, que tendrá lugar esta tarde y será encabezado por Lula y Boric, busca identificar oportunidades de negocio y consolidar una alianza económica que permita a ambos países capear el temporal arancelario. Rosario Navarro, presidenta de Sofofa, expresó su entusiasmo por el encuentro: "Estamos aquí para ver cuáles son las oportunidades de nuevos negocios para la industria chilena en Brasil, cómo podemos ser socios y aliados en muchos de estos desafíos". Navarro subrayó la importancia de una "mirada colaborativa" para enfrentar las repercusiones del conflicto entre Washington y Pekín, que ya están golpeando a economías dependientes del comercio internacional.


Brasil, con sus 213 millones de habitantes y una economía que supera los 2 billones de dólares, es el tercer socio comercial de Chile a nivel mundial y el primero en la región. En 2024, el intercambio bilateral alcanzó los 12.500 millones de dólares, con una balanza ligeramente favorable al gigante sudamericano. Chile, por su parte, exporta a Brasil productos clave como cobre, salmón y vinos, mientras que Brasil envía carne, manufacturas de hierro y acero. Sin embargo, el potencial de esta relación va más allá de las cifras actuales. La guerra comercial ha abierto una ventana para diversificar mercados y reducir la dependencia de las grandes potencias, un objetivo que ambos gobiernos parecen compartir.


El proyecto del Corredor Bioceánico, una ambiciosa red de carreteras que conectaría el Atlántico con el Pacífico a través de Brasil, Paraguay, Argentina y los puertos del norte de Chile, también está sobre la mesa. Este plan, que lleva años en estudio, podría recibir un impulso definitivo durante esta visita. Para Chile, significaría un acceso más directo al mercado brasileño y asiático; para Brasil, una salida al Pacífico que fortalecería su posición geopolítica. China, que observa con interés esta iniciativa en medio de su pugna con Estados Unidos, podría desempeñar un rol clave como inversionista, algo que Lula, con su conocida cercanía a Pekín, no parece dispuesto a descartar.


Más allá de lo económico, la reunión entre Lula y Boric tiene un trasfondo político profundo. Ambos líderes,尽管 representan generaciones distintas —Lula, de 79 años, es un veterano de la política, mientras Boric, de 39, encarna una izquierda más joven y renovada—, comparten una visión crítica del orden internacional dominado por Occidente. La preocupación por el ascenso de la extrema derecha en la región, evidenciado en países como Argentina y Perú, también figura en sus conversaciones. En febrero pasado, Boric convocó una videoconferencia con líderes progresistas, incluido Lula, para discutir estrategias contra la polarización y los extremismos, un tema que resuena en esta visita.


El contexto global añade urgencia a este encuentro. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, exacerbada por los aranceles impuestos por Trump, ha puesto en jaque a las economías latinoamericanas, que dependen en gran medida de las exportaciones de materias primas. Brasil, como mayor proveedor de soja y mineral de hierro a China, y Chile, líder mundial en exportación de cobre, enfrentan riesgos pero también oportunidades. Una coordinación efectiva entre ambos podría sentar las bases para una respuesta regional más sólida, algo que el canciller chileno, Alberto van Klaveren, ha lamentado que falte en América Latina.


La visita de Boric no está exenta de simbolismo. Es su primera gran gira a Brasil desde que asumió el poder en 2022, y marca un contraste con el distanciamiento que caracterizó las relaciones bilaterales durante el gobierno de Jair Bolsonaro, el antecesor de Lula. En diciembre de 2022, Boric asistió a la toma de posesión de Lula en Brasilia, y en mayo de 2023 participó en una cumbre regional en la misma ciudad, señales de una relación que busca recuperar el tiempo perdido. Ahora, con esta visita de Estado, ambos líderes parecen decididos a dar un paso más allá, proyectando una alianza que trascienda lo comercial y apunte a lo estratégico.


El foro empresarial de esta tarde será un termómetro del éxito de esta apuesta. Representantes de más de 1.300 empresas chilenas que exportan a Brasil, junto con sus contrapartes brasileñas, discutirán desde barreras arancelarias hasta oportunidades en sectores como tecnología y energías renovables. "Son muchas economías las que se están viendo afectadas e ir con una agenda conjunta puede ser súper relevante", destacó Navarro, quien también abogó por una mayor integración política para enfrentar los desafíos globales.


La declaración conjunta de esta mañana será clave para entender el alcance de los compromisos asumidos. Se espera que Lula y Boric aborden no solo la guerra comercial, sino también temas como el cambio climático, la seguridad regional y la cooperación en organismos multilaterales como la CELAC y la ONU. Para Boric, cuya aprobación interna ha enfrentado altibajos, esta visita es una oportunidad de proyectarse como un líder internacional; para Lula, que planea buscar la reelección en 2026, es una chance de consolidar su influencia en la región.
 
La reunión entre Lula y Boric en Brasilia no es solo un encuentro bilateral más; es un intento audaz de navegar las aguas turbulentas de un mundo en crisis. The Times en español ve en esta alianza un potencial transformador, pero también riesgos. Por un lado, la complementariedad económica entre Chile y Brasil, junto con el liderazgo progresista de ambos mandatarios, podría sentar un precedente para una América Latina más unida frente a las potencias globales. El Corredor Bioceánico, si se concreta, sería un hito histórico. Sin embargo, la dependencia de China como socio comercial y la fragilidad política interna de ambos líderes —Boric con bajos índices de aprobación y Lula enfrentando la sombra de la extrema derecha— plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de esta apuesta. Además, la falta de un bloque regional cohesionado limita su impacto frente a la magnitud del conflicto EE.UU.-China. Este encuentro, aunque prometedor, deja más preguntas que respuestas sobre el futuro de la región en un orden mundial en redefinición.



¡Sigue informado con The Times en Español!
No te pierdas las últimas noticias y tendencias suscribiéndote a nuestro newsletter en https://thetimes.cl/newsletter. ¡Únete a nuestra comunidad y mantente al día!

Gabriela-KastHermana de José Antonio Kast es apuñalada en su casa por delincuente recién liberado de la cárcel

Síguenos en nuestras redes Sociales 

Últimas noticias
Te puede interesar

Síguenos en nuestras Redes Sociales

Lo más visto

Suscríbete al newsletter y recibe, de forma gratuita, las principales noticias de Chile y el Mundo, todos días entre las 08:00 AM y 10:00 AM