Varias personas heridas y dos detenidos por ataque con arma blanca en un tren de Cambridge, Reino Unido

Durante la jornada del sábado 1 de noviembre, un ataque con arma blanca en un tren de la región de Cambridge, Inglaterra, dejó varios heridos y dos detenciones. La policía británica confirmó que el incidente ocurrió en un tren con destino a Huntingdon, donde varias personas fueron apuñaladas.

La policía de transportes británica comunicó a través de X que "estamos respondiendo a un incidente en un tren donde varias personas han sido atacadas", indicando que "dos personas han sido detenidas". Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos.

El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el “espantoso” incidente como “profundamente preocupante” y expresó sus pensamientos hacia los afectados, además de agradecer a los servicios de emergencia por su rápida respuesta.

El incidente fue reportado a las 19:40 h locales (16:40 h de Chile), y el tren fue detenido en Huntingdon. La empresa London North Eastern Railway (LNER) cerró sus líneas mientras los servicios de emergencia trabajaban en la estación, instando a los pasajeros a evitar viajar y advirtiendo sobre “importantes perturbaciones”.

Testigos citados por el diario The Times relataron haber visto a un hombre armado con un cuchillo grande, mientras que algunos pasajeros se refugiaban en los baños para protegerse. Un testigo afirmó haber observado “sangre por todas partes”.

El aumento de delitos con armas blancas en Inglaterra y Gales ha sido constante desde 2011, según informes del gobierno. A pesar de contar con uno de los controles de armas más estrictos del mundo, Starmer ha descrito la expansión de estos delitos como una “crisis nacional”.

Desde que asumió el poder en julio de 2024, el gobierno laborista ha intensificado esfuerzos para reducir el uso de cuchillos. Según el Ministerio del Interior, cerca de 60,000 cuchillos fueron “incautados o entregados” en la última década. La posesión de un cuchillo en público puede resultar en una pena de hasta cuatro años de cárcel, aunque los asesinatos relacionados con armas blancas han disminuido en un 18% en el último año.

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