Modernizar el Servicio Militar: una tarea urgente para el Chile del siglo XXI
"...modernizar el Servicio Militar no significa solo más canto, más trote, más sueldo, más contingente o, peor aún, creer que basta con un emocionante llamado con música épica de fondo..."
A inicios de abril de este 2025, la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, junto al comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, anunciaron un esperado y necesario aumento en la asignación que recibirán los soldados conscriptos que realizan el Servicio Militar en el Ejército.
La asignación mensual tendrá un alza del 50% a partir de abril de 2025 y del 75% en 2026. Con ello, los soldados de primer año pasarán de recibir 124 mil pesos a 218 mil, y los de segundo año, de 131 mil a 230 mil pesos, pudiendo llegar en zonas extremas a 374 mil y 394 mil pesos respectivamente.
Este anuncio, aunque valorable, no resuelve el fondo del problema. Por más que se ajuste el monto, el Servicio Militar en Chile sigue operando bajo estándares muy inferiores a los que exige el siglo XXI, y lo que es más preocupante, en condiciones muchas veces indignas. Hay regimientos en los que se ha debido recurrir a la ayuda de la comunidad para costear artículos tan básicos como útiles de aseo.
Desde una experiencia concreta: un diplomado que abre caminos.
En 2016, ya en situación de retiro, tuve el privilegio de ser invitado a liderar el primer diplomado de Guardaparques y Protección de Áreas Silvestres para soldados conscriptos, una iniciativa inédita impulsada por el Ejército de Chile, la Universidad Santo Tomás (sede Temuco) y la Fundación Huilo Huilo.
La experiencia se desarrolló en Neltume y benefició a 18 jóvenes que adquirieron herramientas concretas en materias como primeros auxilios, conservación ambiental, telecomunicaciones y trabajo en zonas aisladas. Esta formación les abrió nuevas oportunidades de empleo y les entregó competencias certificables.
Esa experiencia me llevó a plantear una propuesta más ambiciosa: modernizar profundamente el Servicio Militar Obligatorio en Chile, transformándolo en una plataforma de desarrollo humano, formación técnica y servicio a la patria, donde el joven que sirve al país salga no solo con formación militar, sino también con certificaciones reconocidas y reales oportunidades de inserción laboral.
¿Qué propongo para un Servicio Militar del siglo XXI?
1. Formación técnica certificada, a través de convenios con instituciones como INACAP, DUOC, CFT estatales y universidades.
2. Especialización en áreas estratégicas, como ciberseguridad, logística, robótica, emergencias, energía, salud, telecomunicaciones, topografía, conducción, buceo, protección de infraestructuras y conservación.
3. Reinserción laboral efectiva, mediante alianzas con empresas del rubro minero, energético, portuario, aeroportuario y de seguridad.
4. Programas de transición laboral, con apoyo en redacción de currículum, entrevistas, coaching y seguimiento post-servicio.
5. Plataforma digital de seguimiento, que permita monitorear el avance, las certificaciones y ofrecer nuevas oportunidades a los exsoldados.
6. Incentivos claros y bonificaciones para quienes culminen exitosamente su formación.
7. Posibilidad de contratación como empleados civiles en el mismo sistema de Defensa, una vez cumplido el período como soldado profesional y acreditadas las competencias necesarias.
¿Cómo financiarlo? Una propuesta concreta:
Reasignar parte del presupuesto de Defensa destinado a equipamiento hacia formación de capital humano.
Cofinanciamiento con el Ministerio de Educación.
Alianzas público-privadas con incentivos tributarios para las empresas colaboradoras.
Acceso a fondos internacionales (Banco Mundial, BID, Unión Europea) bajo el enfoque de desarrollo sostenible.
Optimización de la infraestructura militar ya existente.
Conclusión: una deuda que sigue vigente.
Modernizar el Servicio Militar no es solo una cuestión presupuestaria o de aumentos de asignación. Es una decisión estratégica que involucra voluntad política, responsabilidad social y visión de país.
No podemos seguir formando soldados con estándares del pasado para enfrentar amenazas del futuro. Nuestros soldados no son de hierro. Si vamos a enviarlos a zonas de excepción, a catástrofes o a misiones de riesgo, tenemos la obligación moral de formarlos, equiparlos y protegerlos.
Eludir esta responsabilidad es más que un error estratégico: es un acto de deshonra hacia quienes están dispuestos a darlo todo por la nación.
Chile necesita soldados disciplinados, capacitados, bien formados y bien tratados. Pero también necesita una sociedad que comprenda que la defensa nacional es tarea de todos, no solo de las Fuerzas Armadas.
¿Cuál será el líder político que se atreva a levantar esta bandera sin populismo ni cálculos electorales? ¿Quién llevará al programa presidencial una propuesta seria y sostenible de modernización del Servicio Militar?
Finalmente, modernizar el Servicio Militar no significa solo más canto, más trote, más sueldo, más contingente o, peor aún, creer que basta con un emocionante llamado con música épica de fondo. Todo eso es parte de la formación y debe mantenerse en su justa y necesaria medida. Pero hoy se requiere mucho más: un Servicio Militar con valor agregado, alineado con las exigencias tecnológicas, estratégicas y humanas del siglo XXI. Un modelo que no solo fortalezca a las Fuerzas Armadas, sino que también sea competitivo frente a otras alternativas de formación y desarrollo juvenil. Un modelo que entusiasme, que forme, que dignifique. Porque cuando un joven decide servir a su país, el país debe estar a la altura de retribuir ese compromiso con algo más que aplausos. Debe hacerlo con herramientas para la vida.
Christian Slater E.
Coronel (R) del Ejército de Chile.
Te puede interesar
La migración en Chile: ¿Causa del desempleo o síntoma de un sistema laboral precario?
La migración en Chile no es la causa principal del desempleo, sino un reflejo de un sistema laboral precario. El sector empresarial, con bajos salarios y falta de mejoras, junto a políticas migratorias insuficientes, perpetúa la informalidad y la desigualdad.
Columna de Opinión: Vlado Mirosevic cede y el progresismo chileno se tambalea bajo el pragmatismo
La retirada de Mirosevic no solo evidencia las dificultades logísticas de un Partido Liberal aún en formación, sino que consolida a Tohá como una figura central en el progresismo, aunque su alta tasa de rechazo ciudadano y la fragmentación del sector podrían debilitar la apuesta oficialista frente a una derecha más cohesionada.
Evelyn Matthei cruza una línea peligrosa: La democracia no admite justificaciones al horror
Víctor Manuel Arce García critica duramente a Evelyn Matthei por justificar el golpe de 1973 y los crímenes de la dictadura, exigiendo un liderazgo ético que respete la memoria histórica y fortalezca la democracia en Chile.
TOTALMENTE DE ACUERDO CON LA COMUNISTA JEANNETTE JARA. Por Christian Slater E.
Gracias, señora Jara, por recordarnos que sí, efectivamente existen diferentes tipos de democracia.
Columna - Industria 5.0: la nueva revolución industrial ya está aquí Por Alfredo Rolando
Mientras muchas industrias aún adoptan la 4.0, hoy ya estamos hablando de un nuevo paradigma: uno donde la tecnología potencia, no reemplaza, al ser humano, y donde la ciberseguridad y la sustentabilidad son parte integral del diseño industrial
Propuesta para modificar el sistema garantista penal chileno y frenar la delincuencia
Chile enfrenta una escalada de criminalidad que ha erosionado la seguridad ciudadana. Tras dos décadas de reforma procesal penal, el modelo garantista muestra fisuras: penas desproporcionadas, beneficios mal concedidos y una justicia que parece favorecer la impunidad. Robert Contreras, abogado y exgobernador, propone una reforma integral para endurecer sanciones, proteger a víctimas y frenar la reincidencia, con el objetivo de devolver a los chilenos la tranquilidad que merecen.
La economía: ¿algo dado? por Nicolás Gómez Núñez
El trabajo, como sostiene Pablo Huneeus en Nuestra mentalidad económica, es la fuerza detrás de la economía chilena, lejos de ser un proceso impersonal. Desde Pedro Gallo, quien conectó con los 33 mineros atrapados en 2010, hasta la tienda solidaria Debra, que organiza la solidaridad para apoyar a niños con piel de cristal, son las personas –con sus herramientas, destrezas y perseverancia– las que transforman la realidad, desafiando la idea de una economía estática y revelando su verdadera naturaleza: una obra humana y colectiva.
Dinero por votos y afiliaciones fantasma: las dudas que persisten en la política chilena
Los votantes temen que los candidatos prioricen fondos por votos y que sus nombres sean usados sin consentimiento, mientras el sistema lucha por recuperar la confianza pública.
Columna de Opinión: El Dinero Siempre Manda Por Patricio Herman
En un planeta regido por el afán de lucro, desde la "Golden Visa" de Trump hasta las sombras de Ñuñoa, el dinero impone su ley, revelando las grietas de un sistema que privilegia el beneficio privado sobre la justicia y el bienestar colectivo.
¿Por qué Tohá y Jara no renunciaron un año antes? Las primarias y la ley electoral cambian las reglas
Con Jeanette Jara proclamada candidata presidencial del PC y Carolina Tohá confirmada para las primarias del oficialismo, la ley electoral chilena permite a ambas ministras mantenerse en sus cargos ministeriales previos ser a confirmadas estando en ejercicio desatando críticas de la oposición que cuestiona la ética de esta excepción.
La destitución de Isabel Allende: Un llamado a la ética en la política chilena
El fallo del Tribunal Constitucional pone en jaque la probidad y la confianza ciudadana, exigiendo un estándar ético inflexible en el servicio público
Columna de Opinión: La caída de Allende y Fernández: ¿Ignorancia o codicia?
La destitución de la senadora Isabel Allende y la salida de la exministra Maya Fernández por negocios prohibidos con el Estado exponen una pregunta incómoda: ¿cómo figuras con décadas en política ignoraron normas básicas, y por qué el Partido Socialista apunta al gobierno de Boric en lugar de asumir su propia responsabilidad?