Municipalidad de Vitacura: Epicentro de un escándalo sexual

Santiago, Chile, – Un video viral que muestra a dos personas manteniendo relaciones sexuales en una oficina de la Municipalidad de Vitacura, una de las comunas más adineradas de Chile, ha desatado una fuerte controversia y cuestionamientos sobre la gestión de recursos públicos. Este incidente, registrado por jóvenes patinadores cerca del Parque Bicentenario, se ha diseminado rápidamente a través de redes sociales, generando un intenso debate sobre transparencia y ética en la administración pública. La municipalidad ha iniciado una investigación sumaria; sin embargo, la situación ya ha avivado el escrutinio en torno a las prácticas internas en una institución conocida por su opulencia y controversias anteriores sobre el manejo de fondos.

Un video que enciende las redes

El altercado tuvo lugar la noche del 25 de junio de 2025, cuando un grupo de jóvenes grabó un video explícito de dos personas en un acto sexual dentro de una oficina municipal. La usuaria de TikTok @carogalloo fue quien publicó el clip, que rápidamente acumuló más de 100,000 ‘me gusta’. Las imágenes, tomadas desde la calzada sur del edificio, mostraron la escena a través de un ventanal parcialmente cubierto por una cortina, lo suficiente para impedir la identificación de los protagonistas. La iluminación del recinto hizo que la acción fuera visible para cualquiera que pasara por allí.

“Estábamos haciendo skate y de repente vimos algo raro en una de las oficinas. Al principio no lo podíamos creer, pero decidimos grabarlo porque era algo fuera de lo normal”, comentó uno de los jóvenes en una entrevista con La Cuarta. La rápida viralización del video en plataformas como TikTok, X (anteriormente Twitter) y WhatsApp provocó una avalancha de reacciones que abarca desde el humor hasta la indignación. “Ya sabemos en qué se gastan las horas extras”, tuiteó un usuario, mientras otro ironizó: “Esto es lo que llaman ‘pausa activa’ en la municipalidad”.

La respuesta oficial: investigación y condena

La Municipalidad de Vitacura, bajo el liderazgo de la alcaldesa Camila Merino (Evópoli), respondió de inmediato a la difusión del video. En un comunicado oficial emitido el 26 de junio, el municipio anunció la apertura de una investigación sumaria administrativa para esclarecer los hechos y determinar si los involucrados son funcionarios públicos o terceros. "Tan pronto como conocimos el contenido de la grabación, se decidió la apertura inmediata de una investigación sumaria para esclarecer estos lamentables hechos y la identificación de las personas implicadas", manifestó el comunicado.

El mismo también condenó el acto: “Como Municipalidad de Vitacura, rechazamos esta grave situación y esperamos que la investigación iniciada sea rápida y eficaz, ya que estas conductas son intolerables y dañan la imagen de nuestra institución y de nuestros funcionarios, cuya inmensa mayoría realiza sus labores de forma ejemplar”. En una declaración posterior a CNN Chile, Merino enfatizó que el municipio no tolerará comportamientos que comprometan la integridad de la institución: "Es una situación inaceptable que afecta la confianza de los vecinos en nuestra gestión".

Un historial de controversias

Este incidente no es aislado en el contexto de la Municipalidad de Vitacura, que ha estado bajo la lupa en los últimos años por irregularidades financieras. En 2021, un reportaje de T13 reveló pagos millonarios por horas extras durante la pandemia, incluso en períodos de cuarentena estricta. Esta investigación apuntó a una "cultura laboral" donde las horas extraordinarias eran consideradas un derecho adquirido, generando cuestionamientos sobre un posible fraude al fisco. Funcionarios como Mariana, exmiembro de la unidad de control interno, denunciaron que estas prácticas eran conocidas pero difíciles de erradicar debido al férreo apoyo que algunos empleados brindaban a la gestión del exalcalde Raúl Torrealba.

El nuevo escándalo reaviva estas críticas. “Que funcionarios públicos tengan sexo en su trabajo es grave, pero que lo hagan en un lugar visible es peor. ¿Qué medidas tomará la alcaldesa?”, preguntó el usuario @RobertoMerken en X, reflejando la indignación de un sector de la ciudadanía. Según el sociólogo Juan Pablo Luna, académico de la Universidad Católica de Chile, este tipo de polémicas muestra una desconexión entre las instituciones públicas y las expectativas ciudadanas: “En comunas como Vitacura, donde los recursos son abundantes, la percepción de impunidad suele ser mayor. Estas situaciones alimentan la desconfianza en la gestión pública”, afirmó en una entrevista con The Times en español.

Impacto en la confianza ciudadana

El caso ha suscitado un debate más amplio sobre la ética en el servicio público y el uso de los espacios gubernamentales. Según un estudio de Zety, el 80% de los trabajadores ha tenido algún tipo de relación amorosa o encuentro sexual en su entorno laboral, pero el 91% considera que tales conductas deberían estar prohibidas entre compañeros. La gravedad del incidente se ve amplificada por el hecho de que ocurrió en un edificio público.

“Es una bofetada a los vecinos que pagamos impuestos para que estas oficinas se usen con responsabilidad”, dijo Carolina Gómez, residente de Vitacura, a Meganoticias. Otros vecinos, no obstante, han minimizado el incidente, considerándolo un hecho aislado. “No hay que generalizar. La mayoría de los funcionarios trabaja bien, pero esto daña la imagen de todos”, comentó Felipe Rojas, un comerciante local.

La gestión de Camila Merino bajo escrutinio

La alcaldesa Camila Merino, que asumió su cargo en 2021 tras el escándalo de Torrealba, se enfrenta a un nuevo reto. Su administración buscaba proyectar una imagen de transparencia y modernización, con iniciativas como el Departamento Mujer, Comunidad y Familia y colaboraciones para ofrecer servicios de atención médica a bajo costo en el Policlínico Tabancura. Sin embargo, este escándalo amenaza con empañar esos esfuerzos. “La alcaldesa tiene que actuar con mano dura. No basta con un sumario; deben haber sanciones claras para prevenir que esto se repita”, opinó Rodrigo Concha Pérez, analista político consultado por The Times en español.

La investigación sumaria será crucial para identificar a los involucrados y determinar si hubo negligencias en la supervisión de las instalaciones municipales. Hasta ahora no se ha confirmado si las personas en el video son empleados municipales, pero la presión pública exige respuestas rápidas y medidas concretas. “La ciudadanía espera respuestas rápidas y acciones concretas. Este no es solo un escándalo de índole moral, sino un cuestionamiento al uso de los recursos públicos”, advirtió Concha.

Análisis político: Un golpe a la confianza en la élite municipal

Por The Times en español

Lo ocurrido en la Municipalidad de Vitacura no es simplemente un episodio aislado de conducta inapropiada; es un síntoma de problemas más profundos en la gestión de las instituciones públicas de Chile, especialmente en comunas de alto perfil. Vitacura, conocida por su opulencia y estatus como bastión de la élite santiaguina, ha sido escenario de controversias que incluyen malversación de fondos y cuestionamientos éticos.

El escándalo del video viral revela una percepción de impunidad que resuena en un contexto político chileno marcado por la desconfianza hacia las instituciones. La administración de Merino, vinculada a Evópoli, se encuentra en un momento delicado. Este tipo de incidentes puede ser capitalizado por la oposición en un año electoral, con las primarias presidenciales a la vista. La investigación sumaria se convertirá en un termómetro para evaluar la voluntad política de Merino para abordar este asunto con seriedad.

A nivel nacional, este evento se agrava en un clima de polarización política donde los errores de las instituciones públicas son amplificados por las redes sociales. La viralización del video en plataformas digitales pone de manifiesto no solo las fallas institucionales, sino también el riesgo de que este tipo de discusiones se limiten a memes y burlas, desvirtuando problemas sistémicos como el uso indebido de los recursos públicos. Para la derecha chilena, que busca consolidar su liderazgo, este escándalo es un recordatorio de que la confianza ciudadana no se basa solo en promesas, sino en acciones concretas.

El escándalo de Vitacura refuerza la necesidad de fortalecer los controles internos y la rendición de cuentas. Con una ciudadanía cada vez más empoderada por las redes sociales, no solo se demandan respuestas, sino también reformas estructurales que aseguren que los espacios públicos no sean escenarios de abuso o irresponsabilidad.

El acontecimiento en Vitacura ha expuesto, nuevamente, las vulnerabilidades de las instituciones públicas frente a la opinión pública. A medida que avanza la investigación sumaria, tanto vecinos como medios de comunicación observan de cerca la capacidad de liderazgo de la Municipalidad de Vitacura en este manejo de crisis. Más allá de identificar a los responsables, este incidente plantea interrogantes sobre la cultura laboral, la supervisión de espacios públicos y el uso de recursos en una de las comunas más ricas de Chile. La resolución de este caso no solo impactará el futuro inmediato de la gestión de Camila Merino, sino que también servirá como un precedente para otras municipalidades en el país. En un contexto donde la confianza en las instituciones está en juego, la transparencia y la acción decidida son fundamentales.

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