Claves para entender qué es CFD y cómo hacer trading

Con un CFD (Contract for Difference) o “Contrato por diferencia”, en el que dos partes asumen el compromiso del intercambio de valores por la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra de un activo.
El contrato como tal no es un activo financiero, sino que funciona como un instrumento de inversión, asumiendo el valor de un activo subyacente. Permiten realizar operaciones de compraventa sobre activos sin necesidad de ser el propietario de los mismos.
Entender cómo funcionan los contratos por diferencia y conocer a profundidad los activos subyacentes sobre los que se puede operar es esencial para realizar trading con CFD.
En esta nota podrás conocer los aspectos más importantes, así como los tipos y recomendaciones para tu plan de inversión con estos activos.
CFD: ¿qué es?
El CFD se puede entender, de forma literal, como un contrato en el que se asume un compromiso de compraventa de un activo real.
En ese momento, el CFD se convierte en una representación del activo subyacente. Su precio durante la transacción depende por completo del valor del activo en el mercado.
Entonces, al comprar un CFD se compra el activo subyacente. La mayoría de las operaciones realizadas con este tipo de contratos son básicas: se compran esperando que una acción suba su valor, y se venden cuando el precio es más alto, para generar beneficios.
Para operar con este tipo de instrumento de inversión es necesario estar familiarizado con las herramientas de especulación y análisis técnico.
Tipos de CFD ideales para cada inversor
Existen muchas opciones de CFD sobre los que se puede operar. Entre ellos, los más conocidos son:
- CFD sobre una acción: el valor se define por el mismo precio de las acciones en la bolsa de valores, y son una gran opción para las personas con poca experiencia en las inversiones.
- CFD sobre índices: los índices bursátiles proporcionan información para construir una cartera diversificada, por lo que invertir en este tipo de CFD ayuda a cumplir este objetivo, teniendo exposición a las principales economías a nivel global, pero con una consciente gestión de riesgos.
- CFD sobre materias primas: las materias primas se pueden cotizar en las principales bolsas mundiales y son una gran opción para protegerse contra las fluctuaciones de precios provocadas por agentes externos, como la inflación. Las opciones de materia prima incluyen oro, petróleo, plata y más.
- CFD sobre divisas: en este caso, el activo subyacente es un par de divisas, por lo que el precio depende de la diferencia de valores entre estos pares.
- CFD sobre bonos: el subyacente de estos contratos por diferencia son los bonos de los gobiernos. El valor de estos activos se puede consultar en los mercados globales, pero este tipo de operaciones se recomienda solo a inversionistas con más experiencia.
- CFD sobre ETFs: los contratos por diferencia sobre ETF se encargan de replicar a los fondos cotizados. En este sentido, pueden tener como activo subyacente a cualquier tipo activo de inversión.
Características del CFD trading
Al operar en el trading de CFD, la persona que busca generar beneficios puede considerar realizar los movimientos en ambas direcciones del precio: al alza o a la baja. Cuando se compra, se conoce como “ir largo”. Cuando se vence, se conoce como “ir corto”.
La persona que opera en trading debe elegir en qué movimiento operar, negociando sobre la diferencia de precio. Dado que el valor del CFD depende del activo subyacente, el análisis de riesgo que se debe realizar debe ser tal y como si se estuviera operando con los activos reales.
Eso es debido a que se corren los mismos riesgos de inversión cuando se hace trading de divisas, que cuando se hace trading sobre CFD de divisas en el mercado forex.
Conociendo a detalle de qué forma se puede operar en trading con CFD, de acuerdo al perfil de inversor de cada persona, será posible elaborar un plan de inversión que se adapte a sus necesidades y objetivos a largo plazo.