El Gobierno chileno confirmó este sábado que son 22 los fallecidos en los virulentos desastres que ya han destruido más de 45.000 hectáreas en el centro y sur del país.
“El dato preliminar que tenemos ahora mismo es de 15 personas fallecidas”, dijo a primera hora del día en rueda de prensa la ministra del Interior, Carolina Tohá. Luego se confirmó otro deceso y, más tarde, se sumaron otras seis víctimas fatales. La jefa de la cartera de Interior confirmó, a su vez, que hay 554 heridos, 16 de ellos de gravedad.
Dos de los dos fallecidos hoy fueron en Purén, en la región de La Araucanía (700 kilómetros al sur de Santiago), y se suman a los 10 muertos en Santa Juana, una localidad en la vecina región del Biobío que ha sido duramente castigada por las llamas y donde no se descartan más víctimas.
El último parte difundido por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) dio cuenta de que de los 251 fuegos activos en la zona, 80 están fuera de control.
Tohá indicó que el Gobierno decidió ampliar el Estado de Catástrofe a La Araucanía, que se suma así a Ñuble y Biobío, las tres regiones más afectadas y de intensa actividad agrícola y forestal.
La medida permite, entre otras cosas, entregar ayudas a los afectados de forma más expedita y movilizar recursos.
La ministra afirmó además que se ha pedido apoyo internacional para agilizar la llegada de aeronaves y brigadas, principalmente a Argentina, Brasil, México y España.
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